Pueblos originarios
Raíces
29 de noviembre de 2010 por El Décimo Congreso Nacional de Delegados de la CTA realizado en Embalse Río Tercero el 14 de mayo de 2010, decidió, entre otras cuestiones, aprobar la creación de la Secretaría de Relaciones con los Pueblos Originarios. Un paso significativo en el reconocimiento de los antiguos pueblos como parte indivisible del sujeto social que alimenta la identidad de la clase trabajadora.
La resistencia al poder establecido que llevan adelante desde hace más de 500 años, se ha potenciado a partir del proceso revolucionario que encabeza Evo Morales en Bolivia. Esta realidad ayudó a dar visibilidad a los pueblos originarios en la Argentina, comunidades que, por otra parte, militan por doquier tanto a nivel de nuestra CTA, como en los diferentes encuentros hacia una Constituyente Social que se realizan a lo largo y ancho de nuestro país. Jujuy en 2008 y Neuquén en 2009 fueron claramente demostrativos de ese protagonismo fundamental en la construcción de un proyecto de emancipación plurinacional e intercultural.
Entre el 12 y el 20 de mayo del año del Bicentenario se realizó la “Marcha Nacional de los Pueblos Indígenas” que confluyó en la Plaza de Mayo con el objetivo de demandar al Gobierno nacional reparaciones en los campos económico, cultural, educacional y territorial. De acuerdo con el Documento Fundacional de la Marcha, ya son 200 años de vida republicana en Argentina y también dos siglos de desprecio, invisibilidad y exclusión de la diversidad cultural en el país.
“Esta exclusión se refleja en la aparición pública de nuestra imagen en épocas preelectorales o en festivales folclóricos, o en casos de noticias trágicas, donde somos víctimas de enfermedades y pestes de otra época”, revelan en el documento.
“El Bicentenario va a ser la oportunidad histórica para generar el acto de reivindicación que las naciones originarias esperan en el silencio de sus montes, cordilleras, estepas, valles y montañas. Un silencio que ha sido interrumpido por el tronar de motosierras que todo tala, el rugido de topadoras y explosivos de los mineras que todo vuela; la entrada de petroleras que todo envenena; la penetración de iglesias y sectas que a todos convierten; partidos políticos y ofertas electorales que quiebran toda unidad comunitaria”, destaca.
Entre las demandas se encuentran: Reglamentación y aplicación del Derecho a la Consulta, mensuración y titulación de los territorios comunitarios, reconocimiento de las lenguas indígenas como idiomas oficiales de Argentina y la declaración del Agua como recurso sagrado.
El poder ningunea, estigmatiza, explota, roba sus tierras y asesina, como en Formosa. Llegará el día de la resurrección política, social, económica y cultural de los pueblos antiguos que habitan estas tierras desde tiempos inmemoriales, para reescribir el verdadero concepto de Nación Multicultural y volver a vivir bien de acuerdo a sus costumbres, su lengua y su espiritualidad.
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