“Ni de
Hebe ni de Schocklender” nos marcó de entrada la cancha Norita, haciendo
las veces de local en la oficina de Adolfo Pérez Esquivel en el SERPAJ.
Cansada de que los medios la busquen sólo para “ensuciar a la lucha de
las Madres y de nuestros hijos”, quería hablar de otras cosas. De tantas
cosas que tienen ocupadas a este elenco de jóvenes militantes
octogenarias llamadas Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y a ella,
especialmente, una verdadera pila cargada de entusiasmo, de conciencia y
de ternura.
